CURADO DE PICOTA

No todo lo que brilla vale la pena

Miguel Ángel López Flores

Hay días, o incluso semanas, en las que la vida se presenta “sin novedad”. Aunque ¡sí!, no falta que algunos la muestren hermosa y llena de oportunidades. Mismas que, ni son tantas ni, a veces, son lo que pretenden ser, más bien, todo lo contrario. Y miremos lo que nos corresponde. ¿Novedad en el escenario político y periodístico en México?, por favor, ¿Cuál? Bueno, hagamos una lista.

Nicolas Sarkosy y Carla Bruni, hijos del marketing político

A poco se creyeron qué la visita de Nicolas Sarkosy se haya puesto tan incómoda para el Presidente Felipe Calderón y que, para variar, fue algo que nadie esperaba. Y es que era normal que el discurso del mandatario galo se refiriera a dos cosas: uno, la búsqueda de que México se asiente como una pieza clave del comercio América-Unión Europea y, dos, la búsqueda de legitimidad de su gobierno y persona.

Lo primero, gracias a que Estados Unidos de América se encuentra en el proceso –natural- de una reconstrucción económica interna, con medidas proteccionistas y con fobias a cualquier intromisión. Y, sólo por no dejar pasar, las medidas y declaraciones, tomadas y dichas, en días anteriores por el Senado norteamericano y por el gobierno de Barack Obama, hacen pensar que el gobierno mexicano sí duerme en varias camas a nivel mundial, obligándolo a voltear y considerar, en todo momento y con miedo, el poder e importancia que significa este país para la política, la seguridad y la economía mexicana.

Además, Sarkosy se sabe limitado. Al ser un presidente tachado de escándalos de cama y políticos, busca a toda costa posicionarse como el líder mundial que, ante la ausencia del presidente estadounidense, se necesita para darle certidumbre a todo aquel que crea en la democracia –recodemos que él mismo se asumió líder del G5, a finales del 2008, ante la inminente salida de George Bush-. Esto, sin importar lo que sea. Por ejemplo, luchar por una presunta secuestradora francesa que, bien “puede pagar su pena en Francia”, pero que en su vida se atrevió a secuestrar en su país natal.

A pesar de todo, parece ser que lo noticioso, más no lo periodístico de su visita, fue que les hizo “el feo” al Senado y a su presidente en turno, el panista Gustavo Madero, al poner en la mesa una petición pasada “por el arco del triunfo”. O, de perdida, la presencia de Carla Bruni y los innumerables besos repartidos en cada escenario que pisó. ¿Cuál fue la novedad? No se podía esperar más de Sarkosy y esposa, una ex modelo. Dupla parida por marketing político y no por la política.

Lo demás, es cosa de niños

¿Qué si hubo irregularidades en el proceso interno del Partido de la Revolución Democrática (PRD) para elegir a candidatos a diversos cargos públicos el pasado 15 de marzo? Está de más decir que se esperaba. “Chuchos vs legítimos”, Ortega y Encinas peleando por el control de esa ensalada de izquierdas que es el PRD. Aunque, no faltará quienes hagan coberturas e investigaciones al respecto, lo cual es respetable, pero, ¿Cuál es la novedad?

Si Germán Martínez ataca al PRI y sólo gana la humillación pública… ¿qué tiene de nuevo?; Que si en el norte del país militarizan las policías, como lo hicieron en Ciudad Juárez, ¿qué tiene de raro, si la primera fue la policía del Distrito Federal y luego la del Estado de México?; Que si la Iglesia Católica, en complicidad con el PAN, trata de intimidar a los partidos políticos de luchar contar el narcotráfico que “ellos mismos alentaron”, por dios, ¿cuántas veces no se ha escuchado lo mismo de las mismas mafias?; Y sí, así se puede continuar por largas líneas, pero, ¿qué tendría de novedoso que quien suscribe lance largos párrafos en un medio lleno de reflexiones, cuando todo lo que pueda suceder en el año apestará a elecciones? Mejor le cortamos aquí y seamos realistas. Lo que hoy es noticia y novedoso, ayer jamás pudo serlo y mañana no lo será.

FCPyS. ¡SOS, SOS, SOS!… fuera la guerra interna y que venga la integración

Una vez más. La Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM se convierte en lo que tanto se critica en sus aulas. Y es que la inmadurez de algunos candidatos, la incontinencia verbal de algunos profesores y, de unos que otros profesores adjuntos, más la opacidad de las autoridades, han hecho que un proceso de elección estudiantil se convierta en un escenario de acusaciones, injurias, reclamos y amenazas.

Pensemos un momento. ¿Qué tanto le podría interesar al PAN, al PRI, al PRD, a Convergencia o a cualquier otro partido político o grupo de presión –como a los Legionarios de Cristo, se ha mencionado- el control de Consejos estudiantiles dentro de la FCPyS, cuando esta es la facultad que menos pesa, políticamente hablando, en Ciudad Universitaria? En verdad, ¿cuántas veces se ha visto al Rector, al Secretario general o cualquier autoridad central paseando por la facultad, en algún evento organizado por esta o, siquiera, hablando de su vida académica o institucional? Además, se sabe que dentro de cualquier consejo universitario su presidente, en este caso el Director, tiene la capacidad de vetar cualquier propuesta. En otras palabras, en lugar de posicionar a la facultad dentro del imaginario universitario por la calidad académica, la investigación y la práctica profesional, la terminan hundiendo más y más en la superficialidad que representa pelear como se está haciendo: como si deveras se tratara de espacios que merezcan la forma de lo que, hoy en día, es el proceso.

Que se haga una pausa. Se necesita trabajar en bloque. Buscar soluciones reales a los problemas que tanto se “buscan arreglar”. Luchar por una FCPyS madura debe comenzar por unir a todos sus miembros, no dividir ni lamentar, ni tachar y descalificar. Es más, ni con discursos y regaños que se repiten cada dos años (que los hacen poco novedosos), sólo con acciones. Sólo con lo que alguna vez fue la acción comunicativa. El sueño que, para muchos, se convirtió en apoptosis. Integremos, pues. ¡Salud!

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